El buzón rojo, educación afectivo sexual es una actividad dirigida a alumnado de secundaria y formación profesional. En este taller formativo reflexionamos conjuntamente sobre que entendemos por educación sexo-afectiva, respondiendo a las preguntas del alumnado, bajo un enfoque feminista que fomente relaciones igualitarias, especialmente las que se dan en el ámbito afectivo sexual. Buscando el placer sin perpetuar estereotipos machistas.
Coeducar en la sexualidad
La coeducación es una propuesta educativa que se basa en el reconocimiento de las potencialidades e individualidades de niñas, niños y adolescentes, independientemente de su sexo. En el ámbito de la sexualidad implica abordar la reciprocidad, el deseo mutuo y el consentimiento activo como elementos imprescindibles en las relaciones afectivo sexuales.
Socialización diferencial y educación sexual
Algunos elementos de la socialización diferencial entre chicas y chicos pueden abordarse a edades tempranas, redundando no sólo en relaciones sexuales más seguras en el futuro, sino también previniendo el abuso y el acoso sexual.
La socialización femenina puede impedir que las chicas desarrollen una autoestima plena y aprendan a identificar con claridad sus deseos y límites. El ejercicio de la asertividad, el autocuidado y una autoestima y un autoconcepto positivos hacia ellas mismas, redunda en sus relaciones afectivo sexuales.
De la misma manera la socialización masculina puede implicar, según estudios recientes, un mayor consumo de pornografía. Esto incide en sus expectativas respecto al sexo y en dificultades para una comunicación honesta, generándoles inseguridades y frustración. La educación sexual basada en el diálogo y en el fomento de relaciones igualitarias les permite desenvolver una sexualidad equilibrada, con la empatía y el respeto a los límites como elementos consustanciales a la sexualidad.
Formación con las familias
La complejidad y el entramado social que está detrás de la perpetuación de los roles de género, así como la situación actual de la denominada, por diversas autoras y autores, como la generación «porno-nativa», hace preciso un abordaje integral de las acciones a acometer. Así, proponemos que El buzón rojo, educación afectivo sexual, se acompañe de formación dirigida a las familias que refuerce y enriquezca el trabajo realizado con la juventud en las aulas.
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